Pautas para reducir el riesgo
Antes de empezar a consumir márcate un límite de cantidad de sustancia o de dinero y no lo sobrepases.
Respeta la libertad de quien no quiere consumir.
No compartas el rulo para evitar la transmisión de algunas infecciones como la hepatitis. Los billetes, por ejemplo, son altamente contaminantes.
Para hacer menos daño a las fosas nasales (hemorragias y congestión): pica bien la sustancia asegurándote de que no queden piedras, alterna las fosas nasales y aspira agua tibia (mejor con sal) eliminando así los restos que puedan quedarse en la nariz.
No consumas si tienes problemas psicológicos, estás embarazada o sospechas estarlo.
Si te sientes incapaz de controlar tu consumo o ves que te afecta en tu día a día, plantéate acudir a un servicio especializado.
Recuerda que su posesión o consumo en lugares públicos está penado por la ley.