Cómo afectan en el organismo
Los medicamentos que contienen benzodiacepinas actúan en el sistema nervioso central deprimiéndolo. Son selectivos y actúan en el sistema límbico, el cual se encarga de la memoria, las emociones, los instintos sexuales, la personalidad y la conducta.
Una vez ingeridas las benzodiacepinas alteran el funcionamiento de receptores de todo el cuerpo: cerebro, médula espinal, riñones, plaquetas y diversas glándulas que afectan a la modulación del sueño o a la presión arterial.
El uso continuado de benzodiacepina provoca un aumento rápido de la tolerancia a la sustancia. En menos de 3 semanas de consumo continuado ya es posible manifestar síntomas de dependencia y de síndrome de abstinencia. Dicho uso genera dependencia física y psicológica muy severa.
En caso de personas con problemas pulmonares, así como fumadores habituales, se ha constatado que las benzodiacepinas pueden deprimir la capacidad respiratoria. También afecta negativamente a las personas con problemas respiratorios nocturnos, como la apnea, ya que los acentúa.